Después de 6 títulos de WWE: Raw VS SmackDown, THQ ha decidido darle un nuevo enfoque a la exitosa franquicia de lucha libre. Empezando desde cero, crea un juego que se acomodará a todos los gustos y, escuchando a los fanáticos como nunca antes, el resultado es el juego definitivo de lucha libre profesional. La verdadera experiencia WWE en su forma más pura.

Con un nuevo motor gráfico llamado “Predator Technology”, lo primero que salta a la vista al encender nuestras consolas son las texturas, los luchadores y los escenarios. Todo se ve mucho más real, lo que nos permite internarnos en la atmósfera tan distintiva de este deporte. También se ha visto beneficiado el control sobre el juego, pues las llaves, caídas, burlas, provocaciones y demás movimientos han sido renovados y se sienten mucho más reales, dándonos un control total sobre nuestro avatar en pantalla.

Las mejoras gráficas hacen que las súper estrellas luzcan y actúen como su contraparte real de la WWE. Si en entregas anteriores cada personaje tenía sus propios movimientos, llaves y golpes; en WWE 12 han dado un paso agigantado pues no solo pueden ser vistos desde diversos ángulos si no que cada contacto físico será único para que, tanto en los momentos de victoria como de posible derrota, te sientas en el papel de tu luchador favorito. Notarás la diferencia hasta cuando los personajes impactan directamente contra la lona o el piso fuera del ring.

Las nuevas “wake up taunts” permiten traer a un oponente caído a sus pies para el remate (como Randy Orton golpeando el piso antes de aplicar su RKO). Los jugadores también tendrán la capacidad de dirigirse a extremidades específicas durante los combates y realizar llaves de rendición a través de un mini-juego de sumisión llamado “Breaking Point”. Con inteligencia artificial mejorada, los combates serán mucho más realistas y retadores, pues tu contrincante no hará el mismo movimiento una y otra vez sino que actuará según el nivel de la batalla y un sinfín de factores. Además, tú también tendrás que actuar dependiendo del estado físico de tu luchador y del contrincante.

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