Una profecía habla del ciclo del loto, donde una flor brota de un comienzo humilde en el barro hacia su florecer en una forma de belleza perfecta.

Enfrentándose a una persecución constante, una mujer lucho entre los trabajadores, los débiles y los acabados. Bajo la protección de un antiguo templo lunar, descubrió una espada curva y una armadura decorada con pétalos de loto. Una voz suave cantó cuando cogió la espada, cargada de sabiduría y honestidad. Y es así como tuvo una visión inesperada, una diosa guerrera vistiendo ropajes dorados. Sobrecogida por la verdad de la canción de la luna, empuñó la espada.